El Tratado de Fontainebleau estipuló la invasión militar conjunta franco-española de Portugal, para lo que se permitiría el paso de tropas francesas por territorio español. Conforme al pacto, una vez invadido, el país quedaría dividido en tres zonas: el norte (Oporto y Entre-Minho-e-Douro) sería entregado, con el nombre de Reino de Lusitania Septentrional, al antiguo rey de Etruria, Carlos Luis de Parma, sobrino de Fernando VII, en compensación por sus territorios italianos (cedidos a Napoleón); el centro (Beiras, Trás-os-Montes y la Estremadura portuguesa) se reservaría para un posible trueque por Gibaltrar y la isla de Trinidad, en manos de Gran Bretaña por entonces, y el sur (Alentejo y Algarve) pasaría a manos del propio Godoy y su familia con la denominación de Principado de los Algarves. En cuanto a las colonias portuguesas de ultramar, su reparto entre Francia y España se dejaba pendiente para un acuerdo posterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario